miércoles, 24 de febrero de 2010

Hilos invisibles


Primero de todo quiero daros las gracias a tod@s, gracias sinceras y de corazón a tod@s y cada un@ de los que os pasais por aquí para leer mis pensamientos en voz alta y gracias a gente especial que me ha apoyado y ayudado, que ha proyectado una energía que en ocasiones no me sobraba, por comprender mis silencios que tanto me gustan para poder digerir y asimilar mis lecciones diarias particulares, muchas gracias.

Era importante para mi expresaros mi gratitud, pero aprovecharé la ocasión para contaros otra de mis "batallitas", otra de esas lecciones que quizá sean absurdas y ininteligibles para alguién pero que yo saboreo y disfruto en mis silencios.

Estaba paseando a mis perros por la tarde, disfrutando del aumento de luz que nos regala en estos días ya nuestro firmamento, una tarde fría pero soleada, me llenaba el espíritu con la perfecta sincronía de todo lo que me rodeaba, de las primeras flores de los almendros, de la alegre marcha que imprimían mis mascotas, de los trinos y persecuciones de los pájaros, del olor de la leña ardiendo en alguna chimenea cercana, del sonido rítmico de los coches que pasaban a mi lado, de las conversaciones animadas que mantenían las personas que ahora si se atrevían a detenerse unos instantes para intercambiar chismes y bromas con los vecinos, disfrutando de los saludos y la sonrisa que cruzaba con los conocidos de mi pueblo, todo el mundo, todos cumplíamos nuestro papel en este guión, cada árbol, piedra, persona, cada objeto, cada soplo de viento, cada olor estaba en el lugar adecuado en el momento adecuado, todo se conjuraba para regalarme una tarde única e irrepetible, incluso yo estaba cumpliendo mi parte de la obra como un elemento más de atrezzo para alguién que me observaba desde su balcón o para el desconocido que me cedía el paso ante la marcha imparable de un hombre que trataba de dirigir a dos perros deseosos de salir corriendo.

Entonces sucedió; como me viene pasando últimamente, sin avisar, en el lugar menos pensado y el momento menos pensado, lo noté venir, los colores cambiaron, los sonidos me llegaban con un pequeño retardo y amortiguados, los movimientos de todo se ralentizaron todo mi entorno cambió, el suelo que pisaba parecía moverse como en una de esas rampas mecánicas y me desplazaba sin esfuerzo alguno, de repente noté como de las personas, de los árboles, incluso de los coches surgían unos hilos, una maraña extraña pero bella y rítmica y como esa maraña de hilos se unían y bailaban como movidos por un viento desconocido, se atraían para al segundo separarse y seguir su camino, algunos de estos hilos se enredaban con los que surgían de mi propio cuerpo, se entrecruzaban en una caricia sutil; parecía como si todo el entorno fuese un teatro de marionetas y estos hilos los manejase algún titiritero caprichoso.

Pero no me sentí como una marioneta dirigida, simplemente me di cuenta de que todos estamos unidos, conectados por esa maraña invisible que no se porque capricho del destino se me permitió durante unos segundos...¿o fueron horas? verlas con mis propios ojos, que nos guste o no estamos enlazados, que no importa la afinidad que tengamos, esos hilos se cruzan entre todos y nos dejan una huella fugaz en algún lugar dentro de nosotros que quizá jamás lleguemos a conocer, una huella que quizá surja en un sueño o cuando meditamos, pero desechamos por ridícula e inconexa.

Nada sobra ni falta en este mundo, cada pensamiento abstracto que nos viene tiene un origen, cada cosa que hacemos tiene su repercusión en algún lugar insospechado, pues estos hilos bailan caprichosamente y vuelan hacía su próximo objetivo cambiando la dirección de otros hilos y afectando en su trayectoria.

Por suerte pude volver, me aferré a la correa de mis canes y me hice consciente del contacto físico con ellos, poco a poco retorné a mi mundo normal, jajajjja mis perros me devolvieron a mi mundo normal, no creo que mi cordura pudiera vivir esas sensaciones mucho más tiempo sin salir algo más maltrecha de lo que está, me miraban directamente a los ojos para asegurarse que su humano había vuelto, yo aturdido les dije que estaba bien y les dí las gracias.

¡¡Ah!! y no os preocupeis, con trance o sin él recojí las caquitas y las lancé al contenedor del orgánico jajjajja.

¡¡Vigilad donde dejais vuestros hilos!!

7 comentarios:

  1. Jajajajajajajaja... lo siento pero es que lo de las caquitas me ha hecho mucha gracia, jajajaj.... ¿Sabes? se te he echado mucho de menos.
    Muuuuuuacks!

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  2. Vaya, esas experiencias por el ritmo de vida que se suele llevar actualmente no suelen darse mucho. Pero cuando dan, dan y se disfruta mucho.
    Y lo de las caquitas, hay tuve que reirme despues de meterme en la lectura me pillo de sopeton y tuve que reirme a carcajadas. Gracias

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  3. nadie sobra en nuestras vidas... todos y cada uno de nosotros esta conectado a otro y aprendemos de ellos como tu dices nos dejan una huella impresa en el alma, huellas que jamas se olvidan, sensaciones que jamas desaparecen... gracias por volver a escribir...
    gracias por existir...

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  4. Tenia una gran deuda contigo y hoy voy a pagarla. Gracias querido amigo por este blog, por tu labor. Un abrazo

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  5. Por donde andas? se te echa de menos

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  6. Queria invitarte a formar parte de mi nuevo directorio esoterico : http://directorio-esoterico.blogspot.com/

    Es para paginas de esoterismo y cosas paranormales en general.
    Alli escribo una reseña de la pagina esoterica ademas de poner un par de enlaces hacia el.
    Sea como sea espero que pases un buena dia
    Saludos
    Erika :) Por si quieres escribirme mi mail es ebize@tarotleo.com
    Pd: Vistita tambien mi blog de Cabalas : http://cabalasleo.blogspot.com/

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